
Olvidé mi obra en el barro
un tarro de café lleno de espíritu
pequeños hijos rechazados
derramados entre la lluvia y el cielo
apenas vestidos con sus nombres
llorando a la sombra de la higuera
templando sus puñales en el fuego.
El grabado de Alberto Durero, "El árbol de la muerte", proviene de este sitio.
1 comentario:
Si hablamos del trasfondo...me temo que es al revés; es el hombre el que ya lo desechó...
Mi humilde opinión, por supuesto.
Que tengas buen día, Gonzalo.
Abrazos.
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