Estoy seguro de que no piensas en mí,
olvidaste mi poder sobre tu cuerpo,
no me extrañas en la tina,
no me llamas bajo el signo del deseo.
Y sin embargo te falto,
aparece mi risa en tus espejos,
sorprendes a tus piernas apretándome,
quieres el peso de mis ojos en tu sonrisa.
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La nostalgia habla desde las entrañas...
ResponderBorrarPrecioso poema,Gonzalo.
Abrazos.
Debe ser lindo que a uno lo extrañen así, desde el fondo del alma.
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