6 de mayo de 2011

Los novios eran el mar



Los  novios eran el mar.
Su humanidad tenía algas,
anzuelos, jaibas,
elegantes  redes de acero.
La corbata del novio
era un congrio y
sus sueños estaban
desnudos en la arena,
unidos como un silencio rojo,
como dos vientos
besándose sobre  un árbol.

La pareja miró  su infancia
y   vio su catedral
perderse en las aguas,
con cúpulas llenas de espuma,
lanzando olas como oraciones sagradas.
Poderoso templo de ovarios,
vientre de la lluvia,
húmeda vulva de piedra,
ballena escupiendo belleza.

La pareja  durmió entonces
y  despertó  junto a Lorenzo Moya,
alegres de hacerse infinitos,
seres perfectos de la mente,
minotauros renacidos,
luces abrochadas a un poema.







La obra de Lorenzo Moya, incorporada a nuestro registro visual en los muros de Recreo y Esperanza, proviene de la www.galeriacasaverde, el  imperdible espacio de Myriam Parra en nuestro barrio.

1 comentario:

Maritza dijo...

Gonzalo, sabes hacer unos homenajes preciosos! Tus palabras son muy cálidas tanto con el autor como con su obra...y al narrar subjetiva y surrealmente el génesis de ésta, eres realmente apasionado.

Felicidades por eso.

Abrazos!

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