No hay alegría
en esta fábrica
los cilindros y los baños
llevan el nombre de los dueños
los hombres giran
bajo el mando de las máquinas
no hay bufones ni guitarras
sólo overoles y carne
máquinas bocinas
capital y soldados
combatientes de la rutina
el sorpresivo accidente
las constantes explosiones de piedra
el cobre en su río de fuego
riqueza como veneno en las aguas
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