Voy por el mundo como un pedante
uso un bastón con mango de plata visto una chaqueta bordada por ninfas
como ciruelas con cuchillo de oro
aparento saber mi verdadero nombre
Sin embrago mi Calibán está desnudo en su tumba silba sus viejas canciones, maldice el calor de sus llamas modela el rostro de mi fuego.
La fotografía proviene del Flickr de Elías Álvarez Pardo.
Cuánta vanidad en el mundo, y cuánta vaciedad. Hermosísimo poema y hermosísma foto. Besos, querido amigo.
ResponderBorrar