Me gustas porque eres dulce,
hermosa como una boda,
insolente los días martes
y brava de cuando en vez.
Me gustas a pesar de tus certezas,
porque te enmierda la injusticia
y te sienta bien morder.
Me gustas porque eres libre y no tanto,
porque me agobia tu belleza
y me falta tu querer.
Llegué a tu casa
vestido de tumulto
y me fui quedando en tu mirada
y me fui embriagando en tu dolor.
No temas...
no soy un asaltante de tu cuerpo,
no quiero ser tu padre,
ni tu amante ni tu don.
No temas...
en los buenos días
sólo llego a ser un hombre.
No temas...
en los buenos días
pronunciar tu nombre
es un presente de Dios.
Y no te pido besos ni engaños
ni una cama doble en un motel lejano.
Sólo te pido los días que el viento no
perdona
y las tardes de lluvia que me duelen sin ti.
La imagen es de la fotógrafa María Gracia Subercaseaux.
5 comentarios:
dulces versos , llenos de amor de ese del bueno
Sin duda hermosos versos.
Dulces como la musa que los inspiró.
Hola!!!!
Si es dulce y vuelve, doblemente feliz…que bueno que existan amores así, que no todo sea desamores, jijijiji
Un abrazo de oso.
Preciosa poesia, muy delicada, donde la presentas a 'ella' y como lectores la vamos armando, sabiendola a partir de tu descripcion y donde muestras a mano abierta lo que tienes, lo que eres y lo que ofreces -el personaje-. Una poesia..transparente, que versa sincera.
Un abrazo desde NC.
Realmente precioso!!!
Me produjo esa sensación que se siente cuando alguien te abraza fuerte en el momento justo que lo necesitas!!!
Besos a tu alma, nuevamente!!!
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