Hay un caramelo en el cielo
y la lluvia cae dulce
formando algodones de azúcar
lágrimas de risa
una espuma de alegría sobre la tierra.
Por siglos ha caído dulzura
y la boca tiene aliento de muerte
plaga que engorda y amputa
roba luz a la esperanza
deja amarga esta ventisca.
Tu primer párrafo una dulzura a los sentidos.
ResponderBorrarEn el segundo empiezas a filosofar...y yo también...¿será que la boca ha recibido un pésimo "alimento"?
("no lo que entra"...dicen, "sino lo que sale del corazón del hombre")...
He ahí la causa de las putrefacciones humanas. Pudiendo "bebernos" estos algodones de azúcar, preferimos comer lo menos apropiado para nuestra propia salud integral(entiéndase: cuerpo, alma y espíritu)...
Abrazos.