
Me comporto como un mueble.
un zancudo, un yoghurt,
hablo claro con las zanahorias,
obedezco a los zapatos,
me baño en gotas de rocío,
bebo rayos del primer sol,
siempre doy el primer beso.
Tengo un teléfono rojo,
soy obispo de Quicaví,
robo a las almas en pena,
enfado al Imbunche,
me convierto en Tue Tue,
felino, mosca,
ratón
que bebe saliva
y aplica su magia a las rosas.
Soy fuerte y antiguo
como la madera de una Iglesia,
me abrigo con ponchos
tejidos por viudas,
siempre miro las estrellas,
pongo mi rostro
en el humo de los cigarros,
viajo en dardos invisibles,
jamás ataco a los pobres,
nunca salgo de un círculo encendido.
Vivo en los bosques del Pacífico,
bajo los manzanos silvestres,
en los túneles del metro,
las alcancías de los niños,
los dedales de las abuelas.
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El sitio "Memoria Chilena" nos informa sobre el célebre juicio a los brujos de Chiloé en el siglo XIX.
1 comentario:
esa es la iglesia de Quinchao, la mas grande y antigua de Chiloé, que por lo demás esta justo al frente de la casa de uno de mis tios.
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