
Sobre Caleta Abarca
ayer me hechizó el crepúsculo
tanto que olvidé mi cabeza en Agua Santa
poseído por los colores de la tarde
abrumado por el aliento del mar
conquistado por el horizonte
y sus varios planos de luz
el aire lleno de sal
el invierno mordiendo mis piernas
acechando mis orejas
encogiendo mi cuerpo
hasta volverme mínimo
una pequeña roca
el diente del ogro
que duerme en la caverna
junto al cementerio de Recreo
en el camino de Diego Portales
1 comentario:
Me encanta la sencillez de tus poemas tocando el alma. Un abrazo Gonzalo.
Publicar un comentario