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Estamos esperando los primeros arrebatos de día,
el sol comienza sus juegos por la ventana de la cocina,
Isidora come galletas y espera que termine el poema
para que Minnie y Mickey traigan su música
a esta pantalla.
Ahora comienza a cantar la historia de los elefantes
sobre la tela arágnida y procura limpiar las migas
que sus obleas dejan sobre el mantel de mosaico.
Este será un lindo fin de semana,
aunque Tati esté en el hospital y me esperen
varios textos para defender mujeres que trabajan.
Me concentro y pienso en la mirada
que se fija en la derecha de los cuadros,
en obras construidas con jardines
que llenan un edificio cúbico y piramidal,
una sala para cada estación,
el mismo jardín en los ciclos de su vida,
una sala para cuatro momentos de la música,
cuatro maneras de pensar,
cuatro religiones de Abraham,
ventanas que persiguen al sol,
un escalera que termina en el agua subterránea
y otra que lleva hasta el fuego.
El hombre será el viento,
el pensamiento que une los elementos,
dibuja una cruz y una estrella
con los nueve vértices del edificio.
Mientras escribo, Isidora me ha llenado
de abrazos, de solicitudes,
de caricias en mi pelo,
de lindas preguntas.
Obvio, la cuarta religión
es la nuestra,
el espacio libre
de la Tribu de Dan.
En la imagen, "El abrazo de amor del Universo, la Tierra México, Yo, Diego y el señor Xolotl", de Frida Kahlo.
2 comentarios:
Un buen amanecer para este día, una pequeña tesela más del tiempo que ha empezado bien.
No es poco;-)
interesante...!
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