Despierto y sobre cada hombro mío duerme un hada.
A mi derecha, un cuerpo de duende me mira con la alegría infinita de sus seis meses.
A mi izquierda, una mujer de generosa belleza conecta su calor con mi alma.
El amanecer ingresa con sus brazos dorados por la ventana
y unas nubes costeñas obsequian el rocío del mar
y un tren de orejas azules viene a buscar nuestra alegría.
La foto de Isidora fue tomada por Fabiola Naranjo.
La foto se pasó, hermosísima. Y las palabras, como para caminar sobre ellas.
ResponderBorrarUn abrazo.
Que belleza, Dios la bendiga
ResponderBorrarUn gran abrazo para ti y un beso para la niña
Las hadas nacen con la primera sonrisa de un bebé... usté tiene la suya personal... y un corazón grande para amarlas...
ResponderBorrarZalito!!! tuvite una nena? queeeeé??? no me lo puedo creer, que alegría me da saber esto!!!
ResponderBorrarQue la Diosa Madre la bendiga en toda su vida y que abra sus caminos para que tenga Paz Interior, Salud y una Feliidad indecible.
Todo mi cariño:
Beatrice
Beatriz Eugenia Andrade Iturribarría
Que belleza de personita... muchas felicidades, de aquí a la enternidad... con tus amores... besitos
ResponderBorrarqué exquisita... en verdad que tienes suerte, tibiecito de amor por ambos lados
ResponderBorrarEs hermosísima!
ResponderBorrarMuy buena foto, y lindas palabras
Saludos