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Uno.- El tema indígena, asociado a la eliminación completa del racismo, ha cobrado fuerza creciente en los últimos años. Un hito al respecto fue la conmemoración de los 500 años de la expedición colombina a nuestro continente.
En ese marco, ha ocurrido el levantamiento de Chiapas, la irrupción política de los pueblos indomaericanos en Bolivia y Ecuador, el fenómenos de Chávez y la posible elección de un presidente afroamericano en los Estados Unidos de América.
Dos.- En 1881, el Estado de Chile, en alianza con Argentina y un grupo de caciques , invadió las tierras mapuches. Chile asentó su soberanía sobre las tierras mapuches ubicadas en la banda occidental de la Cordillera de los Andes, logrando el control efectivo de todo el territorio que reclamaba como propio.
Esta invasión es la imitación de la expansión norteamericana hacia el Oeste y la aplicación paralela de una política de inmigración masiva desde el viejo mundo.
El gobierno contrató empresarios encargados de promover la llegadas de inmigrantes a las zonas mapuches. Aunque no llegaron en el número esperado, existe hasta hoy un considerable números de personas de origen suizo e italiano, descendientes de inmigrantes que se adjudicaron en remates, terrenos ancestrales mapuches.
Tres.- El motivo del apoyo de los caciques a la invasión, fue validarse como propietarios de grandes extensiones de tierra y aumentar su provecho económico en un régimen de libre comercio.
La fin de lucro de estos caciques fracasó parcialmente porque el Estado no respetó en su totalidad la extensión de tierras prometida a cada cacique y porque se instituyó un régimen de propiedad comunitaria que impedía enajenar terrenos a los mapuches.
Durante las décadas siguientes, una de las metas de este grupo de caciques que aceptaron la invasión fue obtener autorización para enajenar tierras, incorporando el suelo mapuche al régimen normal del derecho chileno.
Cuatro.- Un grupo importante de mapuches se incorporó durante el siglo veinte a las organizaciones de la izquierda chilena y participó activamente en el proceso de reforma agraria.
Luego del golpe de estado, el análisis de los principales dirigentes mapuches, asociados al nuevo escenario nacional e internacional, les llevó a focalizar su trabajo en los temas propios de su pueblo, rescatar su cultura ancestral y perseverar en la lucha por recuperar las tierras perdidas a partir de la invasión de 1881, desligándose de los partidos revolucionarios tradicionales que se limitaron a considerar a los indígenas sólo como un grupo más de campesinos explotados.
Cinco.- El gobierno militar terminó con las comunidades de tierra y entregó un título de propiedad a cada jefe de familia ocupante de predio, sujeto sí, a la prohibición de enajenar sus parcelas a personas ajenas al pueblo mapuche.
Esta repartición de títulos fue importante para el éxito electoral de Pinochet en las zonas mapuches el año 1988.
Seis.- La Concertación de Partidos por la Democracia, pactó en 1989 con los principales dirigentes de los pueblos indígenas, la promulgación de una Ley Indígena, la creación de un organismo estatal dedicado exclusivamente a los temas indígenas con paricipación directa ded los propios indígenas, la creación de un fondo de dinero para recuperar tierras y el reconocimiento constitucional para la identidad propia de los pueblos ancestrales que habitan en país.
Al finalizar el primer gobierno de Aylwin, se dictó la Ley Indígena, en cuya virtud se reconocieron las costumbres jurídicas de estos pueblos, se apoyó la educación en la las lenguas ancestrales y se consolidó un estatuto legal especial para los pueblos indígenas.
La Concertación fracasó en su promesa de obtener un reconocimiento constitucional sobre la identidad propia los pueblos indígenas en el marco del Estado Chileno.
El organismo estatal creado, la CONADI, también fracasó, en el sentido que ante los grandes dilemas surgidos, en que la CONADI se ha enfrentado a las políticas preferentes del Estado, a saber, la desafectación de tierras mapuches para su uso en proyectos hidroeléctricos, el gobierno ha resuelto la situación por la vía de remover a los funcionarios de CONADI que han compartido el punto de vista de los directivos indígenas.
En el tema de la compra de terrenos para recuperar el espacio original de los pueblos mapuches, aparentemente tampoco se ha cumplido con las expectativas de los dirigentes mapuches.
Siete.- Esta fractura de las relaciones entre el gobierno y los dirigentes indígenas, ha favorecido el desarrollo de las reivindicaciones de hecho como la toma de terrenos, el incendios de plantaciones forestales en tierras reclamadas por mapuches.
Ocho.- El derrumbe de la utopía comunista, el auge del tema indígena, el fracaso de las iniciativas institucionales de apoyo a los pueblos indígenas y el creciente distanciamiento cultural entre la dirigencia mapuche y los funcionarios del Estado de Chile, junto con la masificación de la educación superior en el país, han favorecido la formación de colectivos de jóvenes que dedican sus espíritu de solidaridad y lucha al apoyo de las comunidades mapuches que reclaman por sus tierras usurpadas.
Militan en estos colectivos, personas de ascendencia mapuche y otros que se han asimilado completamente a su cultura.
La acción de estos colectivos se incrementa en verano como correlato del regreso de los estudiantes a sus comunidades ancestrales.
Nueve.- En la mayoría de las ciudades del país, las personas mapuches son invisibles, pese a que cientos de miles de ellos viven en estas ciudades.
Son tan invisibles como la discreta mancha violeta que marca al nacer la herencia indoamericana de la mayoría de los chilenos.
Por lo mismo, hay una contradicción entre el afecto por aquel pueblo que está en la raíz de nuestra historia y de nuestra sangre, y, el desprecio, que en el fondo es el deseo de ocultar al indio que llevamos dentro.
Queremos a los mapuches en abstracto, cómo héroes en epopeyas literarias, pero los despreciamos en el trato cotidiano.
Por ello se vuelven invisibles.
Diez.- La televisión y en la prensa escrita, fuertemente asociados a los grandes intereses económicos forestales y energéticos, han definido una política de criminalización de los mapuches, presentándolos como bandidos incendiarios.
Patricia Troncoso, "La Chepa", tuvo que pasar meses en huelga de hambre para llamar la atención de los medios.
Evidentemente, esta caricaturización del mapuche tiene por objeto promover la implementación de medidas represivas en contra de las comunidades que reclaman terrenos.
Y de alguna manera lo han logrado. Pocas veces hemos visto despliegues policiales tan masivos como los que afectan a estas comunidades.
La imagen muestra represión policial en Temucuicui, en noviembre de 2007.