14 de noviembre de 2005

Hace cinco años

Esta noche, nuestros cuerpos no causarán un corto circuito; mi boca no buscará tus labios; no llegará tu hijo de improviso; no buscaré con escasa fortuna, encontrar el camino adecuado entre los pliegues de tu carne.

Más tarde, no llamarás para saber como he llegado a casa; probablemente, ni siquiera pensarás en mí.

Pero algo de ti se quedó en mis ojos; desayuna conmigo en tazas del Perú; me obliga a guardar silencio cuando observo a algún artista; me llama “quejoso” cuando sopla un viento de reclamos en mi alma.

Gracias Princesita, por unos meses maravillosos.

G.
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años y años de blog!!!!