En más de 125 cuentas secretas, acaban de encontrar tubos de oxigeno, libros, semáforos, radiopatrullas, bolígrafos para meretrices y modernos vagones para el tren subterráneo.
El mismo General que se hizo cargo de poner bombas en Washington y Buenos Aires, se sintió libre de asegurar los pañales de su vejez, pidiendo una puntita y otra del dinero de todos.
Dónde están ahora los millones de pinochetistas: Nuestros profesores, nuestros mayores, el 44% que votó Sí en 1988?. (1)
Dónde están los que ocuparon cargos y carguitos, los que mintieron en la prensa, los que se hicieron llamar jueces o fiscales ad hoc?.-
Por mucho que se hagan los huevones, no van a pasar piolitas. Hay demasiadas fotos, demasiados diarios, demasiada historia.
Gonzalo Villar
(1) Pobres tipos, les avergüenza más apoyar a un ladrón que a un tirano.
Yo fui un pinochetista y que problema hay con eso
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